San Martín y el gobierno de la felicidad
Estos males se hubieran remediado, si los hombres que han podido influir se hubieran convencido de que para defender la causa de la independencia no se necesita otra cosa que un orgullo nacional, que lo tienen hasta los más estúpidos salvajes. Pero para defender la libertad y sus derechos se necesitan ciudadanos, no de café, sino de instrucción, de elevación de alma y por consiguiente, capaces de sentir el valor de los bienes que proporciona un gobierno representativo. Porque el mejor gobierno no es el más liberal en sus declaraciones sino aquel que hace la felicidad de los que le obedecen.
– José de San Martín –