La oligarquía en la academia
La oligarquía, en esa espesa red de intereses burocráticos, internacionales, no aparece en primer plano. El secreto de su poder es que es un poder secreto. Empapa con él a todo el país. Desde la mentalidad de la maestra rural que enseña a los niños criollos la historia de esa oligarquía que exterminó a sus antepasados, pasando por Bernardo Houssay que acorazado con su Premio Nobel niega a jóvenes argentinos el derecho a recibirse de médicos, hasta el presidente del Banco Central, faraón mudo de una pirámide cuya base es el tambo y su vértice la Constitución de 1853.
La oligarquía, por ejemplo, no aparece como tal en la Universidad, sino mediante profesores que dependen de ella por sus actividades profesionales (abogados de empresas extranjeras, médicos, etc.) o como colaboradores de sus salas de conferencias distribuidoras de una fama dirigida, no simplemente como burócratas. No le interesa a la oligarquía que tales profesores se califiquen de «izquierdistas» sino que esas ideas de izquierda den la sensación de liberalidad espiritual. Un profesor, por ejemplo, podrá mentar en abstracto la palabra «imperialismo». Esto le dará aires de librepensador a gusto de los estudiantes pertenecientes en su mayoría a la pequeño burguesía, pero lo que este profesor no hará nunca será hablar del imperialismo británico en Argentina, aunque sí, con algunas frases de Lenin, del imperialismo yanqui en otras partes del mundo.»
Juan José Hernández Arregui