Productores, rentistas, tilingos

Productores, rentistas, tilingos

Nunca faltará quien diga: «Lo que pasa es que los obreros no producen». Ahí está el tilingo.
No se le ha ocurrido averiguar qué es lo que él produce y qué producen todos ellos, puntas sueltas, mallas erradas en la enorme red de intermediación que es Buenos Aires.

Que un tipo que no produce diga, en una reunión de tipos que no producen, que no producen los únicos que producen algo, es tilinguería. En esto de producir, tenemos muchos productores rurales por el estilo que creen que la condición de productor la da la propiedad de una estancia, unos breeches y unas botas de polo, que viven en la ciudad -«porque mi señora dice que hay que educar a los chicos»- y dan una vuelta por el campo cada quince días. Productores rurales son los que trabajan y producen en el campo, que pueden ser patrones o peones, pero no los que no intervienen en la producción sino como propietarios, y que son rentistas aunque no arrienden. Estos también son de los que dicen que los «obreros» no producen. Y ya no desde la posición marginal del tipo del portafolio, sino empinándose como «fuerza viva» sobre la que descansa la economía del país.

Inevitablemente, éstos y otros representantes de la tilinguería son los que, ante la menor dificultad, califican al país: «Este país de m…», colocándose fuera del mistao a los efectos de la adjetivación. Y la verdad es que el país lo único que tiene de eso son ellos: los tilingos.

El racismo es otra forma frecuente de la tilinguería.

La tilinguería racista no es de ahora y tiene la tradición histórica de todo el liberalismo.

 

– Arturo Jauretche –