Los gobiernos de occidente y el genio del mal
Los terroristas de París son de la misma ralea que los que fabricó Estados Unidos para derrotar a los soviéticos en Afganistán, para fomentar la guerra en Chechenia, para voltear y asesinar a Mohamed Gadafi en Libia (con el apoyo entusiasta del gobierno “socialista” de François Hollande), y para lanzarlos al asalto del gobierno legal de Bachar al Assad en Siria, dando lugar a una guerra civil que lleva causadas 200.000 muertes y la emigración masiva de una población desesperada. Los gobiernos de occidente han fabricado un genio del mal, como el de las Mil y Una Noches: basta con frotar la botella para que salga lleno de siniestros propósitos. A veces puede escapar de control, pero en general cumple con su cometido, que no es otro que el derrocamiento de los regímenes regidos por parámetros más o menos modernos en el mundo árabe y de la provocación para precipitar reacciones militares de Washington que sirvan al propósito de la “guerra infinita” propiciada por el establishment para controlar un mundo que amenaza escaparse de sus manos.
Dice Enrique Lacolla