1911: Newell’s y esa pertinaz costumbre del abandono

1911: Newell’s y esa pertinaz costumbre del abandono

La tenaz hinchada de Rosario Central recuerda como uno de los hitos más divertidos en la historia contra su clásico rival, un partido del 23 de Noviembre de 1997. Ese día los viejos muchachos de Isaac se retiraron a mediados del segundo tiempo, en un vano intento por detener la humillación del 4 a 0 que venían sufriendo en el Gigante de Arroyito.

Ese Día del abandono, sin embargo, no fue la primera vez que Newell’s Old Boys se retiraba del campo abandonando la disputa de un partido. Si bien no fue ante Rosario Central, vale la anécdota para comprender la falta tradicional de valor en el equipo que hasta el día de hoy no ha logrado nacionalizar su denominación.

El hecho en cuestión ocurrió en 1911 en el Uruguay, y el nombre del rival ya sugestionó a los protagonistas: Central Uruguay Railway Cricket Club, que posteriormente pasaría a formar Peñarol. Evidentemente los viejos niños bien de la élite rosarina, entraron condicionados a disputar el match, y tristemente perdieron la templanza de espíritu al recibir un 2 a 0 que creyeron irremontable.

Así esta relatado, sin ningún embarazo, por los propios protagonistas del temprano abandono:

La Copa de Honor de la Municipalidad de de Buenos Aires era un torneo que se jugaba por eliminación directa. Era organizado por la Argentine Football Association hasta 1911, y posteriormente por la Asociación Argentina de Football. Participaban equipos de la Asociación Porteña y de la Liga Rosarina. Escasa participación de los Clubes del Interior, batallando desde tiempos inmemoriales contra la soberbia unitaria.

El ganador del trofeo accedía a disputar la Copa de Honor Cousenier en Montevideo, contra un representante de la Asociación Uruguaya de Football. El partido correspondiente a la edición 1911 lo disputó Newell’s frente a la escuadra de Central Uruguay Railway Cricket Club conocido como CURCC, Club que en 1913 pasó a llamarse Club Atlético Peñarol. Como no podía ser de otra manera, el localismo berreta propio de la época llevó al árbitro a convalidar 2 goles ilícitos para CURCC. Cuando se dio el 2do, los jugadores de Newell’s salieron en son de protesta y se negaron a seguir jugando en esas condiciones.