Cura Brochero: Un Papa peronista y un Santo radical

Cura Brochero: Un Papa peronista y un Santo radical

En 1912 Don Hipólito Yrigoyen visitó Córdoba como el jefe de la nueva fuerza política que había tenido su comienzo con la revolución del 90: la Unión Cívica Radical. El nuevo movimiento de reparación nacional adquiría fuerza y hondura y penetraba en los hombres consustanciados con un ideal auténticamente argentinista. Los humildes veían un horizonte esperanzador.

Los serranos amigos del Padre Brochero querían hablar con Yrigoyen y apenas arribados a Córdoba fueron a verlo para que los acompañe. Enfermo de lepra, sordo y casi ciego, sin embargo, no podía ‘dejarlos en la estacada‘ y haciendo un gran esfuerzo fue con sus amigos.

Yrigoyen lo abrazó muy emocionado y le dijo palabras de aliento. Salió de la entrevista apoyado en su bastón, sus ojos ciegos con lágrimas y repitiendo: «¡Es un gran hombre!»

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